La silla ecléctica

Federico Aubele

Diciembre 12th, 2007 by Sergio

Federico Aubele Eighteenth Street Lounge Music es la discogáfica de Thievery Corporation. Navegar por su catálogo es como buscar joyas dentro del cofre del tesoro. Asi descubrí a Ursula 1000, a Karminsky Experience y sobre todo descubrí a Federico Aubele. Federico toca la guitarra, la clásica, hueca y de madera; y viniendo de donde viene me lo imagino de pequeñito aprendiendo a tocar con los preciosos tangos de Piazzolla.Muy feliz debió quedarse cuando tras varios años emigrado en Berlín y Barcelona los de Thievery Corporation lo ficharon como guitarrista de sus elegantes directos, y más feliz aún cuando editó con ellos su primer disco: Gran Hotel Buenos Aires (2003).


Como puede esperarse conociendo a sus ilustres padrinos y al sello, Gran Hotel Buenos Aires es un disco tranquilo, lounge. Con la sólida base de unas raíces jamaicanas y varias capas de ecos, samples de viejos cantantes, voces etéreas y ritmos de hip hop, Federico Aubele construye un disco muy personal en torno al sonido de su guitarra. Esta guitarra es la verdadera protagonista, pero por suerte en las canciones prima la búsqueda de una atmósfera delicada frente al lucimiento del guitarrista. La producción recubre de electrónica un disco elaborado principalmente con instrumentos “convencionales” y dota a la música de ese halo Lounge-Dub de Thievery Corporation. Las canciones evocan al glorioso Buenos Aires de mediados de siglo, amores perdidos, viajes… y su escucha es muy placentera, porque mucho ojo, música de atmósfera tranquila no (sólo) significa música de fondo o música de ascensor.
Elegir una favorita cuesta porque hay una gran cantidad de detalles que me encantan pero si tengo que elegir me quedo con “El amor de este pueblo” y “Ante tus ojos“.
En realidad, puestos a reprochar lo único que se me ocurre es que quizás algunas canciones se parecen demasiado, supongo que por eso me gustan todas.

La acogida del disco no fue mala y parece que ha tenido un éxito relativo en países guiris, incluso una canción salió en la serie de “Alias”. Aun así, pasó bastante tiempo hasta que me enteré de que este tipo iba a sacar una continuación: “Panamericana” (ESL, 2007). El disco continúa con el estilo de Gran Hotel Buenos Aires, pero no puede decirse que sea “más de lo mismo”. En él, el dub sigue presente, pero mucho mas evaporado. La avalancha de ecos es menor, los temas son menos instrumentales y se recogen muchas más influencias de músicas sudamericanas. A día de hoy no puedo decir si me gusta más o menos que el anterior, pero sí que es más variado.

Por cierto, la voz femenina que aparece en más temas es la de Natalia Clavier, que pronto sacará un disco con ESL. Merece la pena oir un poco su MySpace. También ha sido la acompañante de Federico Aubele en sus giras, en las que según he visto los conciertos parecen ser bastante esqueléticos. Es decir sólo guitarra y voz. Si se compara esto con la cantidad de instrumentación que tienen los discos el resultado queda bastante desangelado, pero supongo que no habrá dinero para montar una gira con una banda…ojalá llegue el día.

Entre las cosas positivas nuevas destaco las canciones en las que canta el propio Federico, no tiene una voz impresionante pero si bastante bonita, suave y con mucha delicadeza: En cada lugar y Pena son dos autenticas delicias.

En lo negativo: Amparanoia. Seguro que tiene que ser una tía superenrollada y todo eso, pero no sé como la dejan cantar en un disco que no sea suyo. Esta vez dejó de lado su faceta super “c’mon c’mon” bailona y nos trajo una grabación de su voz mientras moría de aburrimiento en “Las Canciones”.
De forma global el disco también pierde algo de consistencia respecto al primero, intenta tomar un rollo más movido en temas como “corazón” pero a mi juicio, sin ser una mala canción, rompe un poco la dinámica íntima. Por último creo que a veces debería dejar de lado esas bases de batería tan “hip hop” y buscar otra cosa para dar más variedad.

Pese a todos estos “peros,” el sabor global del disco es, como digo, muy bueno. Perfecto para relajarse liado en una manta, quizás con una copa de ron miel en una mano, quizás solo, quizás con buena compañia. Quizás mirando el cielo, o la calle. O quizás escribiendo un post para tu blog.

“Así no se despiden los que ya no se aman más, me dijiste cuando te besé por última vez”

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