Últimamente se habla mucho de los fondos soberanos chinos. Es decir, la pasta que el gobierno chino acumula a causa del brutal superávit comercial. Un grano no hace granero pero fíjense la cantidad de todo a 1€ que hay. Así, Euro a Euro resulta que los chinitos tienen dinero para comprar el mundo. Ironías del destino. Un antiguo país “comunista” se convierte en superpotencia peligrosa añadiendo al capitalismo despiadado el control estalinista. Del capitalismo toma el la ambición individual y el comercio libre. Del estalinismo, la “relajación” de la libertad individual y un estado todopoderoso. La combinación perfecta, Asi que, sin complejos, se puede explotar a los curritos, limitar la libertad de expresión, forrarse, y declararse republica popular de trabajadores y noseque más.

Como vivimos en la aldea global en la que lo único que es internacionalmente libre es el mercado, podemos comprar un monton productos de todo tipo, fabricados, eso sí, por obreros semiesclavizados en fábricas asiáticas. Es decir, compramos productos cuya fabricación sería ilegal si se hubieran hecho en nuestro pais, pero si se hace fuera no pasa nada.

Aquí, tumbado en mi cama, escribiendo con un portátil fabricado en china, rodeado de zapatilllas de marca quizás cosidas por niños, me permito proponer la siguiente ley anti-cinismo:
“Queda prohibido importar productos fabricados en condiciones laborales que sean ilegales en el propio país”

¡Ala, problema resuelto¡ Me voy a merendar Nocilla.