Se hizo esperar (¿Por quién?) , pero por fin está aquí la crónica/acrítica del conciertazo de Björk en las Ventas el pasado Miércoles 18 de Julio.
Aviso que Björk Guðmundsdóttir es una de mis debilidades favoritas. Su voz y su sonido, tan moderno y maquinal como sensible y orgánico, me atrapó cuando conocí Homogenic, así que cuando supe que mis vacaciones se disolvían y que seguiría en Madrid el día D me propuse ir, y con una entrada convencí fácilmente a mi hermanita para que me acompañara.


Ambos nos presentamos en el templo de la tauromaquia madrileña con bastante antelación y el ambiente no era aún demasiado concurrido aunque posteriormente se llegó a mas de 3/4 de entrada. En el metro ya vimos los primeros looks supermodernos y jugábamos a adivinar quién iba al concierto y quién a su casa. Mi hermana me hizo prometer que mencionaría específicamente al tipo de los cordones fosforitos en las gafas de sol de pasta, complemento que será absolutamente-im-pres-cin-di-ble en la próxima temporada primavera-verano.

Esperábamos la hora de comienzo de los teloneros sin poder refrescarnos el gaznate con una cervecita (con alcohol) debido a que algún gilipoyas americanizado decidió que nada de cerveza en Las Ventas. Pasó la hora y llegó un tipo al escenario, sacó un maletín y comenzó a arreglar una especie de pianito o clavicordio que había en el escenario. Terminó. Seguimos esperando y al final con mas de media hora de retraso otro tipo salió a presentarnos a los teloneros. Los ya conocidos y poco deseados “Al natural” que ofrecieron un espectáculo de baile flamenco deslucido por su poca duración, por la espera y porque aunque a uno le agrade el flamenco, aquello no era lo mejor para crear ambiente.

Terminaron y un montón de gente empezó a decorar el escenario con banderas de animales a modo de escudos medievales y con unos cuantos monitores. La escenografía nos decepcionaba, parecía algo sosa, pero al apagarse la iluminación general y encenderse la del escenario mientras los músicos iban entrando, todo parecía muy distinto. El precioso sueño que iba a ser el concierto comenzaba y todos enloquecimos cuando Björk entró ataviada con un traje modelo Dama de Elche / Reina Amidala. Unas llamaradas surgieron de no se sabe dónde y el ritmo “Timbalandiano” de “Earth Intruders” nos trasladaba a una especie de fiesta tribal.

El sonido era bueno, pero mejoraba, y a partir de Hidden Place y Pagan Poetry se transformó en casi perfecto. Para Pagan Poetry era el pianito que “arreglaron” y que retrasó el comienzo de todo. Según leo en el blog de Jónas Sen, Bjork le dijo un par de horas antes que quería un clavicordio real para la canción, asi que lo alquilaron, lo llevaron allí tras la prueba de sonido y supongo que el tipo del maletín lo que hizo fue afinarlo.

El Setlist completo lo he sacado de “Paisajes Musicales” y fue:
Earth intruders
Hunter
Hidden place
Pagan poetry
Aeroplane
The pleasure is all mine
Jóga
Immature
Army of me
Innocence
I miss you
Wanderlust
Mother heroic
Bachelorette
Hyperballad
Pluto
Oceania
Declare independence

Al comenzar Hidden Place me acordé de que guardaba en un bolsillo mi inseparable IAudio así que le dí al REC y grabé todo el concierto.
El sonido obviamente no es bueno (pero mejor de lo que esperaba) está bastante saturado, y no creo que interese mas que a quienes estuvimos allí para guardarlo como recuerdo sentimental. Por eso lo dejo colgado en descarga directa, que no creo que haga mal a nadie :-)
Descarga Bjork-Directo_Madrid-LasVentas-18_07_07.mp3

Además del mencionado teclista Jonas Sen, a Bjork la acompañaba una banda de metales femenina e islandesa (Icelandic Brass Girls). También el cheriff de las percusiones Chris Cossano y a cargo de la cacharrería electrónica, los alquimistas Mark Bell y Damian Taylor, dirigidos desde la sombra por Alan Pollard. De todos los instrumentos el más esperado era el Reactable, pero la verdad es que no tuvo demasiado protagonismo. Tan sólo en los momentos mas bailones Taylor se acercaba y se animaba a meter algunos ruidos. Creo que la idea del reactable es genial, pero aún esta por ver si además de espectacular es realmente útil a la hora de hacer música en directo.

El concierto me dejó montones de detalles especiales: El ambiente que creaba la marimba ( o xilofono) de Aeroplane, Los penetrantes Beats de Joga, enormes ondas sónicas que atravesaban nuestro cuerpo en un orgasmo colectivo. Hyperballad, su explosión techno y la continuación en Pluto. La versión “pasodoble” de Oceanía. Los lásers verdes discotequeros, el éxtasis final de “Declare Independece”. El baile espontáneo y naif de las Brass Girls: Se inventaban sus coreografías, saltaban y movían los brazos de forma encantadora.
Pero por encima de todo estaba a Ella, Ella y su impresionante voz encerrada en el cuerpo de una niña. No puedes evitar que los ojos se te empañen al oírla tan de cerca. No puedes evitar asombrarte con esos imposibles cambios de registro, con sus gritos. No puedes evitar sonreír al verla corretear descalza por el escenario, con sus manos jugando con mariposas imaginarias, divirtiendo y divirtiéndose, feliz en su maravilloso mundo inventado.

El único punto negro fue la duración. 75 Minutos es un concierto muy muy corto. No se si por culpa del retraso inicial o porque así estaba previsto, pero creo que un concierto no debería durar menos de hora y media- hora y tres cuartos. Un ratito más y seguro que hubieran tocado “All is Full of Love”, que fue mi gran ausente. También hubo un minipunto negro en el hecho de no llevar pantallas gigantes, aunque esto me dio un poco igual porque estábamos más o menos cerca.

En definitiva uno de los mejores conciertos de mi vida, todas las canciones sonaban genial, fieles a la original pero con personalidad propia de directo. Y si antes me encantaba, ahora definitivamente adoro a Björk y me muero de ganas por repetir un concierto.