Ya terminó la semana en la que mi vida se pareció un poco a la vida que me gustaría tener: Viajes, conciertos, charlas…
A ver si alguna subcultura urbana decide que mi blog es imprescindible y puedo vivir de la publicidad. O casi es mas fácil que me toque la lotería. O que funde una empresa y me la compre Google… Voy a juntar en este post los tres principales eventos de la semana (Charla y conciertos The cure y La casa azul) para que quede algo tan largo que a todo el mundo le de pereza de leerlo:

El Lunes 10 organicé de nuevo el taller de antenas caseras, esta vez en la Uni en el marco de las jornadas técnicas del GUL. Éxito de público y creo que también de crítica, yo al menos me lo pasé bastante bien. Numero de Heridos 0 y numero de antenas construidas 15. Pueden ver algunas fotos en mi flamante new Flickr gracias a la estupenda chica que hizo de fotógrafa. De nuevo las transparencias están para descarga, porque son casi las mismas.

The Cure

El jueves 6, al día siguiente de volver de Berlín, me fui a ver a los Cure. Concierto sobrio y efectivo. 3 horas de temas de toda su carrera. El sonido fue bueno en la parte donde estábamos, aunque los teloneros tuvieron que funcionar con sólo los altavoces de un lateral. A alguien se le olvidó apretar el interruptor hasta justo cuando empezaron los Cure. La escenografía no era excesivamente espectacular. Varias proyecciones, de fotos fijas casi siempre, que podían haberse currado algo mas. Lo malo fue que tanto el grupo como el público estábamos bastante fríos. Vale, son los Cure, no son la encarnación de la alegría y al felicidad, pero yo esperaba algo mas de interaccion y empatía entre ellos y con el público. Ademas, la mayoría estábamos para lo que estábamos: Los grandes hits. Asi que sólo había animación con los temas mas famosos, en los demás poca gente cantaba o saltaba. Pero a pesar de eso fue un concierto, a mi juico, técnicamente perfecto.

La casa azul.

Justito después del taller de Antenas me fui pitando a ver a La Casa Azul en la Joy Eslava. El concierto fue todo lo contrario al de los Cure. Público y cantante entregados y muchos fallos. Pero uno no va a ver a la casa azul esperando un concierto tradicional, va a una fiesta-karaoke, a bailar, y sobre todo a cantar mas que el propio Guille Milkyway, con la idea de pasárselo bien hasta con los problemas. Guille parece tan sencillote y tan buena gente que se le consiente todo, porque sabemos que siempre lo hace lo mejor que puede. Con todo esto presente digo que en el concierto me divertí mucho, a pesar de que el sonido se apagara de repente en dos canciones, de que hubiera mucha gente, de que no viera el escenario todo lo bien que me hubiera gustado o de que Milkyway estuviera un poco ronco y hablara casi como en la tele, con voz de whiskero fumador de ducados.

Para tocar el solito las canciones de su grupo imaginario, unas veces se pone con el piano simplemente y otras coge la guitarra o el mismo piano, pero acompañado del resto de la música pregrabada. Los visuales que lleva me encantaron, bien en rollo videojuego de 8 bits, bien con los androides tocando instrumentos. Todo adaptado y sincronizado a cada parte de la canción: Una delicia. Además como el tipo es un crack algunas canciones están bastante remezcladas. Especialmente divertida fue la versión de “Cerca de shibuya”, estupenda, espero que publiquen esas “remezclas” para poderlas escucharlas en casita.

En los conciertos de LCA es un clásico que guille se olvide de la letra o de la música, pero visto lo visto yo ya no sé si realmente se equivoca o lo hace a propósito, porque no lo disimula. Se para y dice: “Me he equivocado”. Cuando una rima no le gusta también se para y lo dice. Todo muy natural, como si tocara delante de dos amigos. Y lo extraño es que ninguno nos quejamos. Todos nos reímos aplaudimos y retomamos con él la canción, casi con mas alegría al pensar que estamos ante algo un tanto amateur.

Por cierto, lamento decir que un porcentaje no despreciable de fans de la casa azul hablan como si tuvieran 13 años y además fueran un poco retrasados mentales. A mi lado tenía una pandilla de gayers del subgrupo “popero infantiloide” a los que me daban ganas de decapitar con una katana, por aquello del ambiente japo de LCA. Lo peor del concierto fue que uno de ellos tenía el mismo sentido del ridículo que de la melodía, y se dedicaba a saltar a mi lado gritando (yo juraría que a mi oreja) las canciones como si en lugar de canciones de La Casa Azul fueran de reincidentes. Un horror. Pero aún con este problema el concierto fue bien porque el flujo de sensaciones pop de LCA lo puede todo.

Si las canciones están llenas de referencias musicales, los conciertos no podían ser menos. El comienzo, con los acordes de la revolución sexual intercalándose con el Shaft de Isaak Hayes y la base disco me encantó, la voz de Blossom Dearie antes de “Cantan para mi”, las portadas de discos en las proyecciones, los videojuegos…

Como siempre suelo hacer, me llevé el mp3 y grabé el concierto. Y como siempre el sonido es una basura, pero cuando tenga otro rato lo colgaré por si alguien lo quiere, como yo, de recuerdo sentimental.
ActualizaciónLo dejo aquí en descarga directa